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Pensar, crear, colaborar y comunicar: claves para la motivación

Pensar, crear, colaborar y comunicar: claves para la motivación

¿Alguna vez se han preguntado cómo motivar a un grupo de estudiantes cuando parece que nada les interesa?
Yo me lo pregunté muchas veces. Recuerdo la primera vez que me asignaron un grupo de adolescentes: pensé que no lo iba a lograr. Imaginaba clases silenciosas, miradas perdidas, cuchicheos, bromas pesadas y me repetía: “si me toca un grupo como el mío en colegio, no voy a poder”.

Sin embargo, descubrí que lo esencial no era solo el contenido, sino el vínculo. Los jóvenes necesitan sentir que son escuchados, que su voz vale, que sus intereses importan, que pertenecen. Más de una vez escuché frases como: “profe, la materia no me gusta, pero usted es tuanis, lo voy a hacer”.
Eso me abrió los ojos: más allá de la materia, lo que realmente motiva es la relación que construimos.

La presión social y la necesidad de encajar son esenciales para ellos. Y nosotros, como adultos, no siempre formamos parte de sus vínculos ni de sus prioridades. Entonces, la pregunta es: ¿cómo hacer para conocer lo que realmente les gusta y usarlo dentro del aula como motor de motivación?

Un recurso sencillo pero poderoso es la caja de preguntas o temas anónimos. Esta herramienta no solo fomenta la curiosidad, sino que también fortalece la confianza y la motivación, porque permite expresarse sin sentirse expuestos.

ABC práctico

A. Armar la caja

  • Entre todos decoren un buzón (puede ser de cartón o plástico).
    La idea es que refleje la identidad grupal, que lo diseñen ellos con colores, frases, símbolos o dibujos que los representen como grupo.

B. Brindar el espacio

  • Diseñen juntos una plantilla simple (un papelito con espacio para escribir dudas, intereses o preocupaciones).
  • Déjelo claro: no hay preguntas tontas ni gustos “raros”. Todo lo que se escriba será respetado.
  • Explique que puede tratarse de la materia, de temas de actualidad o de experiencias de la vida diaria.
  • Entre todos definan si las preguntas se leerán en voz alta al final de la semana o si únicamente el o la docente las revisará.

C. Conectar con las 4Cs

  • Pensamiento crítico: cuando aparezca una pregunta, no dé la respuesta inmediata. Pregunte: “¿qué creen ustedes?” o “¿cómo lo resolverían?”.
  • Creatividad: use las inquietudes de la caja como punto de partida para proyectos, debates o actividades inesperadas.
  • Colaboración: permita que los estudiantes respondan entre sí, construyendo juntos las ideas.
  • Comunicación: valore tanto lo que se dice como lo que se escribe; fomente que se expresen en distintos formatos (oral, escrito, visual).

Un detalle clave: respete siempre el anonimato. No intente adivinar quién preguntó, porque el sentido de la actividad es crear un espacio seguro donde todos se sientan libres.

La primera vez que probé esta caja fue con un tema muy específico y sensible, y me sorprendieron las preguntas. Más adelante la he recomendado a otros docentes y ellos también han descubierto intereses, preocupaciones y talentos ocultos en sus estudiantes.
Es como abrir una ventana a su mundo que, de otra manera, habría permanecido cerrada.

Por eso, mi invitación es que esta misma semana arme una caja de preguntas con su grupo.
No necesita materiales costosos, solo disposición para escuchar.
Deje que sean los estudiantes quienes la decoren, quienes le den identidad, y aproveche esas preguntas para construir motivación y aprendizaje.

Y, por qué no, también podemos probarlo en nuestro entorno familiar o social: los resultados pueden ser muy positivos.

La motivación no nace de fórmulas mágicas, sino de hacer sentir a cada estudiante que su voz importa.
Y esta caja puede convertirse en un recordatorio constante de que enseñar no es solo transmitir, sino aprender con ellos.

Escuchá nuestro podcast en Spotify:

La motivación nace del vínculo. Cuando los estudiantes se sienten escuchados y valorados, participan con más entusiasmo. Herramientas simples, como una caja de preguntas anónimas, fomentan la confianza, la curiosidad y la creatividad. Enseñar no es solo transmitir, sino aprender con ellos.

Motivación y conexión


Una clave esencial en el aprendizaje es la conexión emocional. Cuando los estudiantes sienten que su voz importa, aumenta su compromiso y curiosidad. Espacios simples, como una caja de preguntas anónimas, fortalecen la confianza y abren canales de comunicación auténticos.


Esta práctica fomenta la creatividad, la colaboración y la reflexión compartida, recordándonos que enseñar también implica aprender junto a ellos.